lunes, 13 de agosto de 2012

Las Arenas del Tiempo (Parte 1)



Todo comenzó ese día... No recuerdo muy bien, talvez fue un jueves, o un viernes, pero lo que si tengo claro es que era ya pasadas del medio día. Quizás la 1 o 2 pm. y lo que vino después si fue sorpresa. Un señor ya de mucha edad se acerco a mi, con traje formal café y una corbata dorada, me saludó y me dijo: "No es normal encontrar personas admirando todo lo que les rodea ¿Te gustaría acompañarme?" Palabras que me dejaron pensando durante los próximos 45 seg.

Yo: "¿A donde vamos exactamente?". El: "A mi mansión por supuesto, necesito que me hagas un favor. Saldré por un tiempo de la ciudad y te dejo encargado toda mi preciada casa. Aquí están las llaves y especialmente cuida de mi biblioteca, es muy valiosa para mi. En ella se encuentran todo tipo de libros y si gustas puedes leer lo que te apetezca."

Dicho esto, el señor se dispuso a salir, pero antes de salir de la biblioteca me dijo: "Mucho gusto mi nombre es Miguel, cuida de mi casa Roberto". Extrañado salí corriendo y cuando abrí la puerta, ya se había ido. Indague un poco sobre unos cuantos libros hasta que encontré un libro con un símbolo muy peculiar, era un laberinto y me llamó mucho la atención leería la introducción para ver de que se trataba.

"El poder de las Arenas del tiempo, es algo que todos los seres humanos quisieran poseer, pero para ello se deben encontrar los 12 anillos, con los cuales tendrá la persona 12 cualidades que deberá aprender". Un ruido interrumpió mi lectura algo se había movido de la estantería, fui corriendo a ver y era una chica pero no cualquier chica, era Chelle. Ella se dio la vuelta y salió corriendo, la tome de la mano y le dije:

"¿Qué haces aquí? No esperaba verte en un lugar como este, pero me alegro de volverte a ver" Ella me explico que era la biblioteca de su abuelo, lo cual me pareció curioso pero acepte su respuesta. Al mirar el suelo pude notar un hermoso anillo con una piedra preciosa azul. Le pregunté si se le había caído y ella me dijo que no. Lo guarde y la acompañe a la salida, le di un beso en la frente a lo cual ella se sonrojo y se fue. 

Cuando regresé el anillo comenzó a brillar y busque rápidamente el libro, cuando voltee a ver había una sombra detrás de mí. "Ahora entiendo porque Miguel te ha confiado su libro" Lo primero que pensé era me gustaría salir de aquí, el anillo se iluminó y me mostró un camino cuando abrí los ojos estaba en la calle de mi casa. Consulté el libro en mis manos, el artículo era el anillo del conocimiento, basto para saber todo acerca del universo. Corrí a mi casa, cerré la puerta y me acosté en mi cama... Ha sido un día muy extraño, muy cansado y muy pesado...