sábado, 15 de septiembre de 2012

Desde El Gran Cañón con Cariño


Y ese momento en el que ella me tomó por sorpresa. Bueno que más podía hacer que seguirla, entre juegos y risas me dijo: "Quiero hacer algo distinto hoy... ¡Ya sé! Vamos de viaje y llévame donde pueda asombrarme." Gentilmente acepté el reto, pero no era nada fácil pensar un lugar donde poder sorprenderla a ella. No esperando nada más, tomamos nuestras cosas, nos subimos al carro y nos pusimos en ruta hacia algún lugar...

En el camino pudimos ver muchas cosas, estaban los hermosos bosques que adornaban toda la ruta, también existían grandes ciudades que se podían observar desde lo lejos, podíamos ver como las nubes viajaban con nosotros pero no parecía tener fin esta búsqueda. Yo me preocupé porque faltaban unas pocas horas para que se hiciera de noche, pero ella me tomó de la mano y me dijo: "No te preocupes yo estoy contigo".

Ella es una persona muy especial para mí, pensé, y tengo que sorprenderla con algo que hasta yo mismo pueda expresarle todo lo que yo siento. Fue en ese momento en el que reaccioné y me dije: "¡Ya lo tengo!... Pero tengo que pedirte un favor, duerme el resto del camino y cuando lleguemos te despertaré" Sonriente aceptó y se durmió con la esperanza y mi mano junto a la suya.

"Linda despierta, acabamos de llegar, espero te guste mi sorpresa." Un atardecer tan hermoso frente a un gran cañón, esa fue mi sorpresa. Nos bajamos del Jeep, nos sentamos en la parte delantera del carro y ella recostada en mi hombro me abrazaba y admirábamos el paisaje que podía ofrecernos la naturaleza. La miré, la besé en la frente y le dije algo al oído. Algo que quedaría en su memoria y que solamente ella sabrá.

C. Z.

2 comentarios: