lunes, 20 de febrero de 2012

Desde Mi Castillo con cariño

Caminando en la alameda escuché una voz dulce y hermosa, que no todos los días se logra apreciar. Intrigado por el dulce sonido lo seguí pero lo mas curioso es que no sabia a donde me había conducido, pero no me preocupo en lo absoluto, es mas logre tener calma, paz y armonía en esa estancia. Ahora en vez de un parque tenia un hermoso templo para la meditación y la filosofía. Pues me apresuré y me senté en el suelo a admirar los arboles. Explicaré un poco lo que logré vivir en mi mente.

Tenía ante mí una presencia muy hermosa, una silueta cálida y bella. Mi mente al parecer se ha quedado dormida pero mi corazón se enamoró de aquella figura que robo mis ojos... Pero de alguna extraña manera podría ser yo también juzgado de la misma manera, ya que de alguna forma había robado algo de esa presencia, no sabia muy bien el que pero ya encontraría ese pensamiento... Precioso momento que cautiva la memoria, oh dulce vida que te escondes día a día...

Luego de un momento mi alrededor se oscureció, cayo la noche y por un instante me preocupé. Luego de ello comprendí que era el momento perfecto para hacerle compañía y brindarle mi corazón. ¿Pero qué estoy viendo? ¿La luna sintiendo celos? No podía creer mi asombro, la luna me reclamaba por que yo le había dado mis ojos y mi corazón a esa presencia que me acogió en ese momento, mas las estrellas formaban un manto para cubrir ese sueño eterno de la noche.

Pero mira la hora que es: "Son las 3:56 a.m." me dije en un intento por despertar y un "Me tengo que ir" logré escuchar... "¿Te volveré a ver, a escuchar,a querer, a sentir?" pregunté antes de que desapareciera, solo dijo: "El tiempo lo dirá" [...] Abrí los ojos, estaba en el parque, me levante y me dirigí a mi casa. De camino sentí que extrañaba esa presencia y que me haría falta, pero rápidamente pensé: "Volveré y la buscaré, talvez la encuentre de nuevo en el mismo lugar donde me llevo la ultima vez"...

A.G.

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