viernes, 21 de enero de 2011

La cárcel del mundo

La vida esta llena de retos, de emociones, de sentimientos y de frustraciones. Que cruel es la vida con nosotros. Pero mas aun con los que intentamos hacer las cosas bien, ya que algunas veces me pregunto si es que acaso estaremos pagando algún tipo de deuda externa, pasada o incluso sobrenatural. Todo se vuelve mas pesado, mas complicado, mas enredado, mas torcido y menos entendible para mi. ¿Es que acaso mi pensamiento se ha quedado arcaico o es el simple hecho de que al mundo le gusta verse envuelto en este tipo de sufrimiento?.

No lo se con certeza pero si se que el mundo vive en una tragedia diaria. En el que el hombre tiene que arrebatar los mejores esfuerzos de otras personas para salir adelante. ¿Donde quedo la moral? ¿Donde quedo la piedad? ¿Donde quedo el sentimiento de responsabilidad para con los mas necesitados? ¿Donde quedo el sentimiento de ideología de un mejor para el bien de la sociedad y de las futuras generaciones? ¿En el olvido? ¿En el pasado? ¿En las viejas cartas de los presidentes? ¿En nuestra, a duras penas, memoria?.

¿Acaso no es suficiente el dolor que sufre el planeta ya?,  ¿ACASO NO ES JUSTO PARAR YA ESTE POBRE INTENTO DE CARIDAD QUE SE PINTA EN LAS FACHADAS DE LA HUMANIDAD? No, la verdad no lo es. Y nunca lo será. ¿Porque? Simple... Los seres humanos somos la peor raza que pueda existir en la faz de la tierra. Me aborrece ver como la humanidad se pudre en sus yacimientos de corrupción, de hipocresía, de vulgaridad y de cinismo. La compasión ha quedado en el olvido y no volverá jamas.  

En medio de la frustración, el dolor, los sentimientos y la justificación de muchos hombres, solo tengo algo que decir: "Cambiemos, mejoremos, ayudemos, tengamos piedad, porque quizás algún día, alguien tendrá piedad de nosotros y nunca hubiésemos hecho algo bueno por este mundo". Dejemos que la verdad llegue a nuestra puerta, hagamos lo correcto, aunque nuestra vida dependa de ello, aunque nuestro corazón se parta en mil pedazos, aunque nuestra vida sea solitaria, así lo haré yo...

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