¿Dices lo que piensas o piensas lo que dices? La interrogante mas elevada en estos días en las cabezas de los jóvenes que buscan una respuesta contundente para saciar su sed de conocimiento. ¿Que decir? ¿Que hacer? ¿Que pensar? Cuando termino todo este ritual donde la pregunta surge y empiezan una serie de pensamientos a inundar mi cabeza y saturarla de ideas necesito idear un plan para sacar una buena meditación y luego de eso sacar mi propia conclusión.
He llegado a descubrir que el amor no conoce absolutamente nada. El enamorarse de una persona es mas fácil de lo que aparenta. Bueno por experiencia puedo decir que hay muchos tipos de amor, pero hay uno que predisponemos antes de empezar a sentirlo. Mucha gente llega a creer que pensando antes de la relación o del enamoramiento van a llegar muy lejos, cuando resulta ser todo lo contrario. Déjeme hacerles una pequeña pregunta: ¿Cuantas veces han llegado a apostar por el amor? ¿Una, dos, tres veces? ¿Cuatro máximo?
Yo lo he hecho siempre, y no me arrepiento de nada. Porque la verdad esto es de apostar y si tengo que apostar siempre para poder llegar a obtener el amor que tanto anhelo, lo voy a hacer. Algunas personas hasta podrían decir que ya están hartas de estar apostando por algo que, es demasiado maravilloso como para imaginarlo. La tristeza embarga este corazón, pero por mas que llore no solucionaré nada. Quisiera creer en ese amor pero me cuesta como no tienen idea, pero no desistiré.
Quiero decir algo antes de terminar. Cuantas cosas no oí de ti, cuantas cosas me hiciste pensar de ti, y recuerdo con tanta seguridad lo que te dije: "Mi niña, no soy nadie para juzgarte. No importando lo que digas, hagas o me trate de hacer pensar la gente. Siempre seguirás siendo la niña dulce y tierna que yo conocí y conozco". Y como diría un Canta-autor guatemalteco: "Si es que si yo no he sido un monje, ¿Por que voy a exigirte que seas santa?". Piénsenlo un momento y apuesten por el amor. Valdra la pena, se los aseguro.
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