jueves, 27 de enero de 2011

Un paseo por el infierno

A las nueve con dieciséis pensé en lo interesante que seria poder ver el infierno. Luego pensé, sera demasiado sangriento, doloroso, estresante y hasta cierto grado, espantoso de soportar. Puedo pensar en los diferentes caminos que nos llevan a ese lugar, como el de hacer malas acciones, el de penar en como hacer el mal, o incluso con solo idealizar o pensar el mal ya se esta condenando al fuego eterno, donde las llamas arderán y tu alma se quemara por toda la eternidad.

Que puedo hacer al ver tanto dolor, tanta agonía, tantas lagrimas, tantos lamentos, tanta angustia, en fin tanto mal. Mi corazón se entristece, llora por dentro, se lastima, se hiere. Se asemeja tanto a la lluvia, una lluvia tan ácida, tan fea que al menor contacto, corrompe, corroe, desintegra todo lo que toda, en este caso toca un sensible corazón y hace que duela a tal grado que mi cerebro no encuentra que hacer para remediar esa situación. Es triste pero es la verdad.

Evaluar las prioridades, sentir lo que los demás sienten, vivir para ayudar, aprender para enseñar, leer para cantar. Nosotros vivimos un legado, el cual algún día tendremos que pasar. Pero si no tenemos un buen legado, nos podemos llegar a arrepentir de todos nuestros problemas, de todas nuestras malas acciones, de todas aquellas cosas que no podremos modificar y que irán en crecimiento para hacer de este mundo, la nueva sociedad justa que nosotros somos y seremos.

Para terminar quiero dejar claro el pensamiento de esta noche. La vida nos tira demasiadas cosas, y es cuestión de cada uno de nosotros para que sepamos que debemos hacer por ella. El bien o el mal depende mucho del punto de vista. Pero esta claro que ayudar a los demas deberia ser una prioridad. Un líder dijo una vez:

"Bien analizada, la libertad política es una fábula imaginada por los gobiernos 
para adormecer a sus gobernados."
Napoleón Bonaparte 

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