lunes, 14 de marzo de 2011

La Batalla de las Bestias (Capítulo 3)

Me encontraba parado enfrente de la puerta que me llevaría ante los mandatarios mas importantes de la Fuerza Armada. Tenia que estar nervioso, no sabia que actitud tener ante tan importantes personas, pero la serenidad era algo que prevalecía en mi. No ha de ser tan difícil presentarse ante el Führer pensé, ojalá no me equivoque. Tengo que mostrar una seguridad muy grande, ya que ellos tienen su confianza y esperanzas puestas en mi y no puedo defraudarlos.


Yo: "Muy buenos días, ¿Interrumpo algo? Bueno ojala no y si pasa eso pues que lastima, me presento soy el General Kndel". (Hubo una pausa donde el Führer solo me miro y luego empezó a reír...)
Führer: "Jajaja... Esplendida entrada, esa es la actitud que debe tener un General de alto mando. Deberían aprender de él señores. Mucho gusto yo soy el Führer Cortéz."

Desde ese momento supe que me había ganado la confianza del Führer. Luego de ello, encima de la mesa había un gran mapa de toda la zona y se podía observar todo lo que había sucedido. Los terrenos que se iban perdiendo y todo lo que hacia falta para acorralarlos. Luego de eso empece a mandar tropas por diferentes terrenos estratégicos. Los mandatarios se preguntaban como era posible que un General de otra nación viniera a imponer ordenes, pero el Führer dijo que estaba bien, que por eso estaba ahí.

Luego de eso el mandatario dio una orden, que trajeran el arma LX-II. La verdad no tenia ni la mejor idea de que fuera pero parecía muy importante. Todos quedaron con una cara de miedo, todos expresaron que era muy peligroso dejar una arma tan poderosa en manos de un General que no se sabia si fiar o no. Pero finalmente me entregaron un par de guantes blancos con una insignia que decía LX-II. Le comente a mi superior que me parecía extraño que había sido atacado por un par de mutantes a mitad del camino.

Luego de esperar que toda la gente saliera me dijo que era probable que la milicia estuviese corrompida y que teníamos mucho trabajo que hacer. Me despedí de él y le dije que me iría a pelear. Me dijo que tuviera cuidado, esos guantes podrían ser demasiado poderosos para ser controlados por una persona. Le dije que desde hace mucho tiempo deje ese rasgo que llaman humanismo, mas bien me consideraría otro ser no superior ni inferior pero si igual que un humano. Y deje la habitación y corrí a la aventura hay varios lugares que me gustaría ver, por el momento me dirigiré a la entrada principal, veremos que hay en ese lugar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario